Encontrando la alegría en medio de la penitencia de preparación de la Pascua
¡Este cuarto domingo de Cuaresma nos trae una luz de esperanza en medio de la penitencia! Es conocido como el domingo Laetare Ierusalem, que significa «Alégrate Jerusalén», y nos invita a encontrar la alegría en nuestra preparación para la Pascua. Es un recordatorio de que, aunque atravesemos tiempos difíciles, la gracia y el amor de Dios siempre están con nosotros.
![IV Domingo Cuaresma](https://camguadalupeoar.com/wp-content/uploads/2024/03/IV-Domingo-Cuaresma-1024x1024.png)
En este tiempo de reflexión, miramos hacia atrás y recordamos la fidelidad de Dios a pesar de nuestras propias infidelidades. La historia del pueblo de Israel, su caída y posterior liberación por la gracia de Dios, nos recuerda que incluso en nuestros momentos más oscuros, Dios nunca nos abandona. Su amor y misericordia son inquebrantables, y su deseo de liberarnos del pecado se manifestó plenamente en la encarnación, muerte y resurrección de su Hijo.
El Evangelio de este domingo nos invita a contemplar la cruz como fuente de vida y esperanza. Así como Moisés elevó la serpiente en el desierto para dar vida a su pueblo, Cristo fue elevado en la cruz para salvarnos a todos. En la cruz encontramos el amor redentor de Dios, que nos da fuerza para enfrentar los desafíos de la vida con paz y alegría.
San Josemaría nos enseña que encontrar la cruz es encontrar a Cristo, y que abrazarla con amor nos lleva a la verdadera felicidad. La cruz no nos lleva a la tristeza, sino a la alegría de ser salvados y de compartir el amor de Dios con los demás.
En este tiempo de Cuaresma, recordamos el sacrificio de Cristo en la cruz y renovamos nuestro compromiso de seguirlo con valentía y amor. Que la Virgen María, quien estuvo al pie de la cruz, nos ayude a abrazar nuestras cruces diarias con la misma entrega y confianza que ella mostró.